Rosa María Robles, Bebé bomba, 2007. Bebé real, explosivos de utilería y maleta. Proyecto Navajas, 2007.
Esta pieza plantea poner de manifiesto la escabrosa facilidad con que "casi" cualquiera de nosotros, que tenga el poder que otorga disponer de cierta cantidad de dinero, puede "rentar o conseguir" una o varias niñas, niños o adolescentes, ya sea para satisfacer nuestros más perversos desvíos sexuales, para "usarlos" como medios de transporte de drogas, o someterlos a trabajos forzados e indignos como la prostitución e incluso, en casos extremos, hasta sacrificarlos para extraer de sus cuerpos uno o varios órganos vitales, o hacerlos explotar en cobardes actos terroristas.
En este caso, yo misma como creadora visual participo de este juego de poder al pagar una cantidad de dinero para disponer por unas horas de este bebé, que aunque he garantizado su protección y seguridad en esta exposición, lo he colocado en el suelo como un objeto más de exhibición para cuestionar al espectador sobre este tema con la realidad misma.