Presentación

El propósito de este Seminario interno es reflexionar de manera crítica y colectiva sobre el impacto que ha tenido la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2 en los derechos al trabajo y a la salud (física y sexual) de las mujeres privadas de la libertad en el Reclusorio Femenil Santa Martha Acatitla, donde el proyecto Mujeres en Espiral: Sistema de Justicia, Perspectiva de Género y Pedagogías en Resistencia trabajó de manera ininterrumpida por más de una década, hasta que en 2020 la emergencia sanitaria nos sacó de la cárcel y nos confinó a nuestros hogares. En estos momentos en los que paulatinamente recuperamos las actividades presenciales y nos preparamos para un probable reingreso a Santa Martha, consideramos que es fundamental comenzar a identificar la compleja realidad a la que nos enfrentaremos y discutir posibles estrategias de intervención en un escenario post pandémico.

Las preocupaciones sobre el acceso a los servicios de salud pública y otros derechos de la población penitenciaria estuvieron latentes desde el inicio de la pandemia. En el primer trimestre del 2020, cuando los casos de Covid-19 aún eran escasos, instancias internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertaron a los Estados sobre los riesgos de contagio en las prisiones. Estos organismos advirtieron sobre todo que la población penitenciaria se encuentra en una situación de particular riesgo derivada de condiciones como el hacinamiento, alta incidencia de enfermedades inmunodepresoras y la falta de acceso a servicios médicos, los organismos internacionales recomendaron a los Estados diseñar estrategias para despresurizar los centros de reclusión y adoptar medidas sanitarias excepcionales.

Si bien el gobierno mexicano no demoró en anunciar una estrategia para reducir la población penitenciaria, ésta resultó ineficaz; es más, la tasa de encarcelamiento incrementó durante la pandemia (Ángel, 2020). Por otra parte, cada centro de reclusión adoptó las medidas que consideró apropiadas para contener los contagios; por ejemplo, en Santa Martha Acatitla se distribuyeron productos de limpieza, se limitó la visita, aislaron a quienes se enfermaron y se suspendieron las actividades en áreas comunes –talleres, labores productivas, educativas y deportivas–. A pesar de que estas acciones eran necesarias para salvaguardar la salud de las mujeres privadas de la libertad y del personal penitenciario, también han tenido implicaciones negativas en el ejercicio de otros derechos. La información oficial sobre cuáles han sido los impactos de la pandemia en la vida en reclusión es escasa, pero los reportes de la sociedad civil y los testimonios de las integrantes de Mujeres en Espiral, encarceladas en Santa Martha Acatitla nos indican que la situación es alarmante.

Uno de los derechos que se ha visto directamente afectado con las medidas sanitarias impuestas en Santa Martha Acatitla y otras prisiones del país es el acceso al trabajo penitenciario, que ha derivado en un considerable recrudecimiento de la pobreza. Para solventar los costos directos e indirectos de la prisión, las mujeres privadas de la libertad dependen de sus familiares y redes de apoyo para acceder a insumos básicos como los alimentos, vestido, medicamentos y productos de limpieza. Pero el apoyo del exterior es un privilegio del que gozan muy pocas y la mayoría recurre a diferentes estrategias para hacerse de recursos económicos, algunas de las cuales rozan los límites de la legalidad y las colocan en una posición de alto riesgo. Quienes logran mantenerse alejadas de las actividades ilícitas están condenadas a recibir un pago muy por debajo del salario mínimo y, debido a que las oportunidades laborales que ofrece la institución son limitadas, la mayoría de las reclusas realiza trabajos informales con salarios precarios. Por supuesto, la situación empeoró con la llegada del virus SARS-CoV-2 y la suspensión de las escasas actividades productivas.

Para abordar las problemáticas derivadas de la falta de acceso a los servicios de salud y al trabajo en Santa Martha Acatitla, hemos diseñado cuatro sesiones de trabajo. En la primera sesión realizaremos un ejercicio de integración, presentando las tres dimensiones del proyecto a las y los nuevos integrantes. La segunda y la tercera sesión estarán dedicadas al análisis de los derechos al trabajo y la salud, siguiendo la metodología del desempaque de derechos y los productos artístico-pedagógicos generados desde Mujeres en Espiral. Finalmente, el seminario concluye con una sesión para compartir conclusiones, propuestas y delinear las estrategias de intervención en Santa Martha desde un escenario post pandémico.



Coordinadores


Dra. Marisa Belausteguigoitia
Mtra. Gladys Morales Nictexa Ytza

Integrantes

Viviana Alpizar
Nelly Alvarado
Daniela Amezcua
Adriana Bautista
Arely Cruz
Yadira Cruz
María Fernanda González
Ethel Guerrero
María Fernanda Gutiérrez
Marcia Olvera
Reyna Palma
Jimena Pérez
Patricia Piñones
Gabriela Ramírez
David Rivera
Valeria Romero
Verónica Ruiz
Luisa Saucedo
Gisel Tovar
Nayat Vilchis